CANON, FAVOR POLITICO.

El canon aprobado por el Gobierno Zapatero que grava todo lo que graba (desde una fotocopiadora a un MP3,pasando por un CD),a reserva de sí va o no a ser utilizado, es una cacicada política. Puesto que la ley prohíbe las copias piratas, obligar a pagar por algo que la ley declara ilegal, debería ser, a su vez ilegal. Sí el Gobierno quiere, de verdad, proteger a los creadores, lo que deber hacer es revisar su criterio en materia de impuestos. Rebajar el pago de impuestos a los músicos, novelistas o dramaturgos en un porcentaje similar a la mengua de ingresos que sufren sus obras como consecuencia de las reproducciones no autorizadas; rebajar, en suma, los impuestos para compensar el daño del “top manta”o las descargas sin cargo a través de Internet.
Ya digo, Rodríguez Zapatero lo tenía fácil. No era con la SGAE con quien debería haber hablado, era con Pedro Solbes, el ministro de Economía y Hacienda. ¿Por qué ha desechado ésa vía? Pues, por la misma razón que con una mano el Ministerio de Sanidad recuerda que fumar puede matar mientras que con otra, no se olvida de gravar con impuestos las cajetillas de tabaco. Pura hipocresía.
Y, en éste caso, además: devolución de favores políticos. Todo este asunto del canon digital comparece envuelto en el especiado aroma de aquél “No a la guerra” que hace cuatro años tanto ayudó a José Luis Rodríguez Zapatero a ganar las elecciones. Por eso digo que éste canon huele a devolución de favores políticos. Fermín Bocos

Sasto. Cobrar por un bien o un servicio que no ha sido prestado, supone un abuso. Aunque lo diga la ley.